La sola palabra “libertad” integra no sólo los derechos fundamentales, tales como la libertad para hablar y de religión, sino otros muchos conceptos vitales: oportunidad, elección, seguridad e incluso felicidad. Sin embargo, su poder es justo lo que hace que se pueda usar con fines abusivos, opuestos completamente a su verdadero significado. Al afirmar la decencia básica y defender los derechos básicos de cada individuo, L. Ronald Hubbard proporciona una comprensión global que nos concierne a todos de una forma vital.
Leer MásAdmito que algún hombre de vez en cuando se asustará y se quedará totalmente paralizado con la idea de que todo semejante es una amenaza. Admito que un ser humano se puede aberrar tanto que constituya una amenaza para la mayoría de la sociedad y en tal caso es necesario volver a familiarizarlo con la sociedad. Pero no admitiré que haya un hombre naturalmente malo, perverso en la Tierra. — L. Ronald Hubbard
La sola palabra “libertad” integra no sólo los derechos fundamentales, tales como la libertad para hablar y de religión, sino otros muchos conceptos vitales: oportunidad, elección, seguridad e incluso felicidad. De hecho, es una palabra que simboliza los sueños y metas de cada ser humano.
Sin embargo, su poder es justo lo que hace que se pueda usar con fines abusivos, opuestos completamente a su verdadero significado. En consecuencia, tanto las libertades del individuo como las de la nación se pueden reducir gradualmente sin que se detecte. Si este deterioro de la libertad no se detecta y revierte, un pueblo puede perder muchos de sus derechos básicos y al final no ser capaz de reconocer, y por lo tanto detener, un descenso a un estado policial.
Todo lo que los ciudadanos consideran de mayor valor depende de las preciadas libertades de su nación, ganadas con gran esfuerzo. Al afirmar la decencia básica y defender los derechos básicos de cada individuo, L. Ronald Hubbard proporciona una comprensión global que nos concierne a todos de una forma vital.